El presidente Bukele lo promulgó este domingo.

Imponen estado de excepción en El Salvador

La medida implica un régimen de excepción, restringiendo las libertades civiles y ampliando los poderes de la policía, durante al menos un mes, debido al auge de la violencia pandillera.

El Salvador.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, promulgó este domingo, con aval del parlamento, un régimen de excepción, restringiendo las libertades civiles y ampliando los poderes de la policía, cuando el país enfrenta un auge de la violencia pandillera que ha dejado 76 homicidios en dos días.

Provistos de fusiles de asalto y chalecos antibalas, policías y soldados patrullaban las calles, mientras continuaba la detención de cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) acusados de ordenar los homicidios.

Citando “las graves perturbaciones al orden público por grupos delincuenciales”, el decreto, previamente aprobado a pedido de Bukele por 67 de los 84 diputados de la Asamblea Legislativa (oficialista), declara por un mes un “régimen de excepción” en “todo el territorio nacional”.

En consecuencia queda restringida la libre asociación y reunión, se permite abrir la correspondencia e intervenir las comunicaciones telefónicas o de correo electrónico sin orden judicial; así como se restringe el derecho a ser informado el motivo de una detención y a contar con abogado desde la captura, y habilita extender el plazo de la detención administrativa por más de 72 horas.

La disposición “tiene por objeto facilitar las herramientas y mecanismos jurídicos” a la Policía y Fuerza Armada para “restablecer el orden y la seguridad ciudadana y el control territorial”.

Para la inmensa mayoría de personas la vida continúa normal, aunque habrá cierres focalizados y temporales en algunas zonas, tuiteó Bukele luego de la aprobación legislativa.

Bukele ordenó además decretar “emergencia máxima” en todas las cárceles, donde permanecen más de 17 mil de los 70 mil miembros de las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, entre otras, que viven en El Salvador.

“Todas las celdas cerradas 24/7, nadie sale ni al patio”, tuiteó el mandatario.

Bukele, un milenial de 40 años que goza de amplio apoyo popular desde que llegó al poder en junio de 2019, hizo de la seguridad un eje de su campaña y destacó al inicio de su mandato la mejora en los indicadores sobre homicidios.

Pero en diciembre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a dos funcionarios de su gobierno por presuntamente haber negociado con pandillas para que apoyen al partido de Bukele, Nuevas Ideas, en las elecciones legislativas de 2021.

Según la acusación, a cambio, las pandillas obtuvieron dinero del gobierno y privilegios para sus jefes presos, como celulares y prostitutas, lo que Bukele tacha de “mentira”.

El mandatario es señalado por sus opositores de tener actitudes “autoritarias”. Washington lo ha reprochado por no respetar la separación de poderes, al haber destituido con la ayuda del Parlamento a magistrados de la Sala Constitucional y al Fiscal General.

Violencia desbordada

El Salvador vive una nueva ola de violencia, con 62 homicidios registrados solo el sábado, según la Policía Nacional Civil (PNC), que ya había informado de otras 14 muertes el viernes, también relacionadas con pandillas.

Las pandillas operan en El Salvador a través de homicidios, extorsiones y narcotráfico.

En noviembre pasado el país sufrió otro repunte de homicidios, que en tres días cobró la vida de unas 45 personas.

Aún así cerró 2021 con la tasa más baja de homicidios desde el fin de la guerra civil en 1992, con 18 muertes por cada 100 mil habitantes, según datos oficiales.

El total de homicidios, mil 140, también representó una reducción frente a 2020, cuando hubo mil 341.

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