Un estudiante de Florida que demanda la ley “No digas gay” utiliza la frase “el pelo rizado” como sinonimo de “soy gay” para su discurso de graduación
“Debo hablar de una parte muy pública de mi identidad. Esta característica se ha convertido probablemente en lo primero en lo que piensan cuando piensan en mí como ser humano”, dijo Zander Moricz el domingo. “Como saben, tengo el pelo rizado (soy gay)”.
“Hace unos días, mi director me llamó a su oficina y me informó de que si mi discurso de graduación se refería a mi activismo la administración de la escuela tenía una señal para cortar mi micrófono, terminar mi discurso y detener la ceremonia”
“Soy el primer presidente de clase abiertamente gay en la historia de mi escuela: esta censura parece demostrar que quieren que sea el último”.
Escribió previamente Moricz en Twitter.
Durante la ceremonia de graduación de Pine View, Moricz compartió cómo la ley podría afectar a los niños como él con “pelo rizado (gays)”.
“Va a haber muchos niños con pelo rizado (gays) que necesitan una comunidad como Pine View y no la tendrán”, dijo Moricz en su discurso. “En su lugar, tratarán de arreglarse para poder existir en el clima húmedo de Florida”.
Moricz dijo que ha estado planeando su discurso de graduación desde su primer año de escuela secundaria, pero no anticipó tener que abordar su activismo durante el mismo.
Moricz instó a sus compañeros a “reclamar su poder” y “dárselo a quienes nos protegen”.
“Aquellos a quienes les damos nuestro poder son la razón por la que tengo que pararme aquí y hablar de mi cabello (sexualidad) durante mi discurso de graduación”, agregó en una indirecta a los legisladores de Florida.
El hizo todo esto debido a que el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, firmó a finales de marzo la controvertida ley Don’t Say Gay, que limita la discusión sobre la sexualidad y la orientación sexual en las aulas.
Los críticos, incluido el gobierno de Biden, dicen que los proyectos de ley perjudicarán la salud mental de los jóvenes estadounidenses LGBTQ.
“Solía odiar mis rizos”, dijo Moricz en su discurso. “Me pasaba las mañanas y las noches avergonzada de ellos, intentando desesperadamente enderezar esta parte de lo que soy, pero el daño diario de intentar arreglarme se convirtió en demasiado para soportarlo”.
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