En el último episodio de la creciente tensión migratoria, agentes de la Patrulla Fronteriza (USBP) detuvieron el martes a 25 inmigrantes cubanos que desembarcaron en los Cayos del sur de Florida. Este suceso refleja la persistente crisis migratoria en la región, con ciudadanos cubanos buscando escapar de las difíciles condiciones en su país.
Las detenciones ocurrieron después de que un grupo de balseros llegara a las costas de Florida en una embarcación precaria. Inmediatamente, las autoridades estadounidenses iniciaron el proceso de deportación para los recién llegados. El Servicio de Guardacostas de Estados Unidos (USCG) también repatrió a seis balseros cubanos el lunes, luego de interceptar la embarcación cerca de Cayo Largo.
Esta semana, las agencias policiales de Miami se movilizaron en Surfside y zonas vecinas en busca de otro grupo de balseros que había desembarcado el miércoles por la noche. Las autoridades han confirmado tres operaciones de retorno de balseros en los primeros 15 días del año, repatriando a un total de 63 cubanos a través del Puerto de Orozco, ubicado en Bahía Honda, provincia de Artemisa. La situación pone de manifiesto el desafío que enfrenta la administración estadounidense para abordar la migración irregular y encontrar soluciones efectivas.
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