El huracán Milton, que tocó tierra en Florida como una tormenta de categoría 3, ha dejado a su paso un panorama devastador. Con graves daños a la infraestructura, interrupciones eléctricas masivas y un saldo de cuatro muertos confirmados, el estado enfrenta una emergencia sin precedentes.
Las calles de varias ciudades están completamente inundadas y llenas de escombros, mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso para restaurar el orden y garantizar la seguridad de los residentes. Más de 2.6 millones de hogares están sin electricidad, y alrededor de un millón de personas han sido desplazadas de sus hogares debido a las condiciones peligrosas provocadas por el ciclón.
El condado de St. Lucie, en la costa este de Florida, ha sido uno de los más afectados, con cuatro muertes confirmadas antes de la llegada del huracán. Según el alguacil Keith Pearson, varios tornados asociados con Milton golpearon una comunidad de casas prefabricadas, provocando una destrucción masiva. “Todas sus casas, con ellos dentro, fueron levantadas, movidas y destruidas”, explicó Pearson en una entrevista con CNN.
Las autoridades siguen recibiendo miles de llamadas de emergencia de ciudadanos atrapados en sus hogares o vehículos, mientras continúan las labores de rescate en las zonas más afectadas.
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