La administración DeSantis está haciendo arreglos para retener a inmigrantes detenidos en una prisión del norte de Florida mientras un juez federal evalúa si cerrar temporalmente Alligator Alcatraz, el campo de detención de inmigrantes improvisado en los Everglades. “A esto lo llamamos el centro de deportación”, declaró el gobernador Ron DeSantis en una conferencia de prensa el jueves. “Estará operativo pronto; no tardará una eternidad, pero tampoco nos apresuramos a hacerlo hoy mismo”.
DeSantis afirmó que la prisión, ubicada en una zona rural entre Tallahassee y Jacksonville, se está abriendo para fines de detención de inmigrantes porque el estado necesita “capacidad adicional a la que tenemos en el sur de Florida”. El plan es albergar hasta 1300 inmigrantes detenidos en la Institución Correccional Baker, que ha estado vacía durante varios años tras su cierre en 2021, cuando el estado enfrentaba una grave escasez de personal.
La decisión se produce una semana después de que una jueza federal de Miami ordenara al estado detener la construcción en el sitio de los Everglades durante dos semanas, en medio de una batalla legal sobre los posibles impactos ambientales. Se espera que la jueza federal de distrito Kathleen Williams dicte sentencia a más tardar el 21 de agosto sobre el cierre temporal del sitio.
DeSantis había dicho que Alligator Alcatraz podría albergar hasta 3.000 inmigrantes detenidos. El centro está actualmente construido para albergar a unas 1.000 personas.
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