Jack Sweeney, un estudiante universitario de Florida, ha defendido su actividad de rastreo de vuelos como un ejercicio legítimo de acceso a información de dominio público, señalando que la FAA proporciona estos datos de manera abierta y accesible. Sin embargo, Taylor Swift y su equipo legal sostienen que, a pesar de la accesibilidad pública de los datos de vuelo, la consolidación y distribución sistemática de esta información específicamente para seguir los movimientos de la artista cruza la línea de la ética y la seguridad personal.
El enfrentamiento plantea preguntas sobre la privacidad en la era digital y hasta qué punto la información de dominio público puede ser utilizada de manera ética, especialmente cuando se trata de figuras públicas que buscan protegerse de acosadores y amenazas potenciales. Este caso podría sentar un precedente interesante sobre los límites del rastreo de información disponible públicamente en el contexto de la seguridad y la privacidad personal.
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